viernes, 31 de diciembre de 2010

Los derechos humanos son un invento de los comunistas

¿No está de acuerdo con el título del artículo? Pues coincide con la verdad histórica: En 1948 en las Naciones Unidas se discutió la “Declaración Universal de Derechos del Hombre” y esta declaración es el fruto de la negociación de las potencias occidentales con la Unión Soviética; esta última logró introducir su punto de vista en la misma, tornó la declaración en un papel de dudosa utilidad y luego se abstuvo de votarla (junto con la Sudáfrica del Apartheid y algunos estados árabes esclavistas).

La declaración se nutre de dos fuentes antitéticas:

a) La tradición liberal de las democracias occidentales, donde los derechos del individuo lo protegen de la arbitrariedad del poder, garantizando entre otros, el derecho a la libertad de opinión y expresión, a la igualdad ante la ley, a la presunción de inocencia y a la propiedad. El derecho de propiedad se considera básico para la libertad de individuo, posiblemente junto con la libertad de trabajo, ya que si un hombre no puede disponer de sus propios ingresos, verá el resto de sus libertades amenazadas.

b) La crítica de Marx a la teoría anterior, ya que para Marx los derechos del individuo son “los derechos del hombre egoísta, separado de sus congéneres y de su comunidad”. Por lo tanto, explica Marx, estos derechos sirven únicamente para proteger el egoísmo y la desigual distribución de la propiedad, para mejor oprimir a los pobres. En contraposición a los derechos individuales la Unión Soviética y sus satélites proponen los llamados “derechos sociales” como ser salud, bienestar, alimentación, vestido, etc.

Al quedar en la declaración en el mismo nivel los derechos del individuo que lo protegen del arbitrario poder del estado y los derechos sociales que se consideran responsabilidad del estado, las oposiciones de derechos quedan en la práctica resueltas por la posición de la parte más fuerte, el estado, que ignora los derechos del individuo.

Por ejemplo: Un ciudadano desea criticar la política económica (libertad de expresión) pero se entiende que esta crítica entorpece la ejecución de medidas imprescindibles para garantizar el bienestar de la población, como hay oposición de derechos, el estado prohíbe que el ciudadano critique.

La izquierda uruguaya, antes del golpe de estado, se afiliaba a la teoría de que los derechos individuales eran derechos burgueses sin otra finalidad que la de oprimir al pueblo.

Los sectores violentos de la izquierda no dudaron en avasallar los derechos de terceros para lograr sus objetivos de liberación de los oprimidos. Podría argumentarse que algunos actos fueron de “justicia revolucionaria”, como el asesinato o ajusticiamiento, según se lo quiera ver, de presuntos torturadores. Pero el encarcelamiento en situaciones infrahumanas de personas sin más objeto que el de tenerlos como “bienes de canje” con el estado, fue una clara violación de los derechos más elementales de estas personas.

Como todos sabemos la dictadura uruguaya no consideró a todas las personas iguales ante la ley, encarceló sin juicio justo, aplicó penas terribles y degradantes, torturó y mató a muchas personas de izquierda que hasta el momento creían que los derechos de los individuos servían sólo para sojuzgar a los pobres.

Dada la experiencia anterior, ahora la izquierda (no toda) reconsidera su histórico desdén por los derechos del individuo y los reivindica. Quiere justicia y castigo (supongo que sólo cuando la justicia lo amerite) para los que en el pasado, violaron sus derechos individuales.

Esto es legítimo, pero no deja de ser una aplicación particular de la declaración, ya que se trata de un reclamo contra personas que ya no detentan el poder de estado. El poder del estado lo detenta hoy la izquierda. ¿Mantendrá la izquierda igualmente su interés en los derechos individuales que puedan oponerse hoy al poder del estado? ¿La izquierda en el gobierno se autolimitará si es necesario para respetar los derechos individuales de todos los ciudadanos?

Se escuchan opiniones.

domingo, 5 de diciembre de 2010

¿Qué hacer con los pobres?

Cuando salga a caminar por su barrio, aun si vive en Punta Carretas, Pocitos o Carrasco, seguramente verá algún pobre, pues los hay por todas partes. Escúpalo. Patéelo hasta que caiga, y una vez caído, patéelo en los riñones . Si es un niño de altura conveniente, méelo.

Cuando le pregunte por qué, dígale que no se confunda con la cháchara de derechos humanos, solidaridad e inclusión social, todas patrañas. Que ya es hora de que se vaya dando cuenta de la manera que tratamos a los pobres en Uruguay”.

Los gremios, aliados de la burocracia, han erigido una formidable muralla para impedir que los pobres les hagan la competencia. Entre el BPS, la DGI y el Ministerio de Trabajo, es casi imposible que un pobre acceda a una changuita de pintarle un cuarto a un vecino o suplantar a un jardinero y cortar el pasto. Nadie quiere emplearlo, porque sabe que si lo hace, el BPS y la DGI lo perseguirán; terminado el trabajo, nunca podrá dormir tranquilo esperando un reclamo ante el Ministerio de Trabajo.

En consecuencia, lo único que el superior gobierno le permite hacer al pobre, es revolver entre la basura, incomodar a los automovilistas como acomodador de autos o recibir limosnas de algún plan del MIDES. Tiene libertad de trabajo, mientras no pretenda trabajar dignamente y sentirse útil.

Si un pobre tiene una hija de 16 años que queda embarazada, no se animará a hacerle un aborto porque -al ser clandestinos- son inseguros y caros. Aunque conozca un matrimonio de vecinos, buena gente, que estarían felices de adoptar al niño, no puede dárselo porque necesariamente debe enviarlo a la burocracia del INAU, donde lo tendrán dos años institucionalizado antes de entregarlo a una familia, ¿Qué abuelo quiere quiere que su nieto sea criado por empleados públicos?

Si el pobre hace un esfuerzo y manda a su hijo al Liceo, la mitad de las veces no tendrá clases, las clases que tenga serán malas y nadie se ocupará de que aprenda. Podrá terminar el Liceo, pero no comprenderá lo que lee, no podrá expresarse correctamente por escrito y no sabrá hacer las cuentas sencillas que se precisan en la vida diaria (si no me creen infórmese porque de esto hay múltiples reportes, evaluaciones y testimonios). En resumen, cuando termine el liceo no podrá aspirar a otro trabajo que las changas que quería hacer su padre.

Mientras estudia y si tiene algún trabajito, deberá tener mucho cuidado que no le roben el celular o los championes, porque la inseguridad de la que los ricos se quejan tanto, es mucho mayor para los pobres. ¿O alguien vio alguna vez la casilla de un pobre con seguridad privada en la puerta?

Supongamos que por esos milagros el hijo del pobre logra entrar en la Universidad de la República, cosa que no es nada fácil (los censos universitarios muestran que casi no hay estudiantes provenientes de hogares pobres). Hay Facultades mejores que otras, pero lo más probable será que no le enseñen a pensar por sí mismo y a tener independencia de criterio, porque si se lo permitiesen, se daría cuentan que en la Universidad lo engañan más que en el liceo.

Probablemente la mayor parte de los autores que lea sean marxistas, post marxistas o neo marxistas. Y eso le será tan útil al hijo del pobre como especializarse en la teología de Santo Tomás de Aquino. Carlos Marx, como Santo Tomás de Aquino, no tienen interés más que para los estudiosos de la historia de la filosofía, especialidad que no tiene una gran demanda laboral. Tal vez el pobre no sepa mucho de Carlos Marx, así que, mientras lo patea, puede explicarle: Carlos Marx decía que llegaría un momento en que los sindicalistas gobernarían a los países, y entonces se viviría el comunismo, o sea que todos compartirían los bienes. Si mira la televisión, ya se habrá enterado que los sindicalistas gobiernan al Uruguay. ¿Qué lo tocó a los pobres como vos del reparto? Nada. ¿Entendiste entonces para lo que sirve Carlos Marx?"

Así que, si el hijo del pobre termina la Universidad, sabrá de Carlos Marx, y le servirá tanto como si supiese de Santo Tomás. Mientras tanto los hijos de los ricos, que van a universidades con programas más razonables, aprenderán cosas más útiles. Así que los hijos de los ricos conseguirán buenos empleos y su hijo no. Tanto esfuerzo para nada.

Aclárele para que no se desanime:

"Llegará el día que terminará tanta injusticia y sufrimiento: finalmente usted se morirá. Irá a parar al Cementerio del Norte, a la zona de los pobres, donde sus huesos asomarán de los cajones con tapas podridas. Si queda un poco de carne, vendrá un perro a roerlos, y no le preguntará si usted votó a los blancos, colorados o al frente, al perro no le importará.

Si existe el alma, cosa dudosa dado lo que mienten los curas, usted se acordará de aquél señor que lo escupió y lo pateó y le tendrá cierto cariño, fue el único que no le mintió. "

Esta nueva versión fue realizada en base a las correcciones estilísticas del Sr. Eldo Lappe. Las mejoras se deben él, lo que sigue mal, a que soy muy cabeza dura.