domingo, 14 de diciembre de 2008

Genios escondidos.

¿Sabía usted que el arquitecto que diseñó la pirámide del Louvre también diseñó un edificio en Montevideo?

¿Sabía usted que uno de los mayores escritores de fines del siglo XX, premio Nóbel, escribió un importante ensayo sobre la sociedad y la política del Uruguay?

Si no la sabía, usted es un ignorante.

Tal vez le extrañe ignorar esas cosas, si usted habitualmente lee los artículos periodístico culturales que se publican en Uruguay y lee los libros y ensayos de los escritores coterráneos. Entonces además de ignorante, usted es un nabo.

Ya sé, ahora se siente tentado de escribir en la sección de comentarios de este blog que yo posiblemente también sea un ignorante y un nabo y seguramente un maleducado. Ya lo he dicho yo por usted.

Intercambiados los insultos de rigor, lo invito a examinar los hechos:

El arquitecto estadounidense de origen chino I. M. Pei, ganador del premio Pritzker (el galardón más importante de la arquitectura mundial) diseñó la pirámide del Louvre y el ala este de la National Gallery de Washington, y a mediados de la década del 60, la embajada de los Estados Unidos en Montevideo (la de la rambla Sur). La facultad de arquitectura de la Universidad de la República siempre ha ignorado esta última obra. Como también tradicionalmente ha ignorado a alguno de los mayores arquitectos uruguayos de la segunda mitad del siglo pasado: Pintos Risso, García Pardo y Sichero. La razón es muy sencilla, el primero hizo la embajada del imperio, mientras que los segundos hicieron arquitectura para “ricos”. Ninguno era de izquierda.

El escritor de origen indio nacido en Trinidad, V. S. Naipaul ganó el premio Nóbel de literatura. Ha escrito novelas, principalmente sobre Trinidad y Africa y ensayos dedicados a la sociología de países del tercer mundo, siempre interesado en las razones profundas del subdesarrollo. El Sr. Naipaul escribió un libro “El regreso de Eva Perón” que tiene un capítulo donde describe al Uruguay en la época de los tupamaros. Estuvo unos días en Montevideo. ¿Alguna vez leyó una reseña donde se mencionara esto? El Sr. Naipaul no es de izquierda.

Es interesante la opinión de Naipaul sobre los uruguayos: “……(son) consumidores parásitos de la cultura y tecnología creados por otros.” ¿Verdad que no se parece a lo que dice Galeano, que siempre nos enseña que primero España, luego Inglaterra y finalmente los Estados Unidos se dedicaron a saquear nuestras riquezas, siendo ellos los parásitos de los buenos sudamericanos?

Nuestros intelectuales son “comprometidos” con una ideología. Creo que fue Sartre un de los primeros que utilizó el término, cuando luego de un viaje por la Unión Soviética, viendo los horrores de los campos de concentración estalinistas, decidió no criticarlos por su “compromiso” con la izquierda y por no hacerle el juego a la derecha.

Es decir, nuestros intelectuales están dispuestos a ocultar las ideas más importantes y aún los edificios más interesantes, en un acto de audaz houdinismo intelectual, haciéndolos desparecer ante nuestros mismos ojos. Todo por defender una única ideología de izquierda, ciega, sorda e idiota.

Hoy sin embargo ha ocurrido un hecho notable: por primera vez, en un acto de subversión cultural, en el Museo de Artes Visuales del Parque Rodó, han expuestos uno obra (escondida, como si fuera obscena, pero expuesta al fin), donde el autor muestra su júbilo por la liberación del Ingrid Bentancourt, secuestrada por una guerrilla de izquierda. ¿Será la primera señal del comienzo de la caída del muro de yerba de la dictadura cultural?

viernes, 28 de noviembre de 2008

Por salvar al CASMU usted puede quedarse sin jubilación

Se insiste en prestarle dinero al CASMU con lo que usted tiene ahorrado en las AFAPS. Si el CASMU no paga, usted se quedará con una jubilación paupérrima. Y para peor, cuando se enferme tendrá que ir a atenderse al Maciel.

Las AFAPS tienen como cometido gestionar sus aportes para que usted reciba la mejor jubilación posible. Un administrador responsable de una AFAP, pondrá su dinero (el de usted, que de eso se trata) en una inversión segura y con la mejor rentabilidad que consiga.

Nadie en su sano juicio pondría dinero o le prestaría al CASMU. Ningún banco privado le quiere prestar, el República, que muchas veces no tiene mucho juicio, tampoco. Nadie quiere poner su dinero en una institución mal administrada y fundida. En una institución que si se permitiera que la gente optara, no le quedaría ni un socio (cliente). Entonces la idea es poner el dinero ajeno, o sea el suyo.


¿Qué solución tiene el CASMU? Ninguna, debe ir a la quiebra. ¿Quedarían 240.000 personas sin atención médica? Ni por un minuto, serían absorbidas por las otras instituciones de salud, a las que les interesa mucho tener más clientes. ¿Podrán las otras instituciones atender a tantos clientes nuevos? Sin duda, ocuparían toda su capacidad ociosa, y si precisan más, comprarían las instalaciones del CASMU. ¿Los médicos del CASMU se quedarían sin trabajo? Es poco probable, ya que las otras instituciones precisarían más médicos para atender a sus nuevos socios. ¿Los empleados del CASMU se quedarían sin trabajo? Si quieren trabajar no, por la misma razón por la que los médicos no quedarían desempleados,

¿Los médicos y empleados del CASMU seguirían ganando lo mismo? No, ganarían los salarios del mercado. ¿Y entonces porqué se quieren quedar con su jubilación? Para seguir cobrando salarios mayores de los que cobra el resto de la población con iguales habilidades y dedicación.

¿Le quedó claro?

viernes, 14 de noviembre de 2008

El gobierno contra los estudiantes

El Frente Amplio siempre apoyó el reclamo de los gremios de la enseñanza de destinar un 4,5% del PBI a la educación. Cuando llegó al gobierno, cumplió (aunque los gremios se quejan de la manera en que se contabilizan los recursos).

Los estudiantes se desayunaron, demasiado tarde, que para los gremios “la enseñanza” son los docentes y los funcionarios, no los estudiantes. Es por eso que el aumento del gasto se destina mayoritariamente a los salarios, pero de beneficios tangibles para los estudiantes, como profesores mejores, menos ausentismo docente, más facilidades para estudiar, nada.

Entonces lo lógico es que los estudiantes reclamen que ahora les toca a ellos.

El legislativo les ofrece un presente griego: Obliga a los empresarios a darles a los estudiantes 18 días anuales de vacaciones extras pagas destinada a dar exámenes. ¿Cuál será el resultado de esta medida? El único posible, la caída de la demanda de trabajo de estudiantes, aumentando su desempleo que ya está en niveles superiores al 20%, mientras el desempleo general no supera una cifra de un dígito.

¿Por qué los estudiantes no salen a protestar esta medida que claramente los perjudica? Misterio absoluto. ¿Será porque ignoran los fundamentos de la economía? ¿Es decir por burros también? Dejemos que otros contesten esta pregunta.

¿Cree el ministerio que este aumento de costos del trabajo estudiantil lo pagará el empresario? No si puede evitarlo. ¿Qué hará el empresario? Intentará no contratar estudiantes, ya que le costarán más caros que los no estudiantes.


¿Cómo se pudo beneficiar realmente a los estudiantes? Dándoles un beneficio que mantuviera el costo de emplearlos igual, y repartiendo el costo del beneficio entre la sociedad toda. ¿Sería esto bueno para toda la sociedad? No lo sé, pero claramente no sería perjudicial y discriminatorio contra los estudiantes como lo ha sido la ley recientemente votada.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Aborto: un servicio uruguayo exportable

El aborto es bueno. La anticoncepción es mucho mejor. Sin embargo, cuando ya pasó el tiempo de la anticoncepción, el aborto permite a las mujeres retomar el control de sus vidas y ser responsables de su propio destino.

El Uruguay comprende esto, ya que posee una población relativamente educada, alejada del obscurantismo católico. Los uruguayos no creen que el aborto sea un asesinato, porque no creen que el feto sea una persona. La iglesia católica tampoco lo creyó nunca, ya que siempre bautizó bebes, nunca fetos. Si el feto no es capaz de salvación, se debe a que no es una persona. 

Si el aborto es bueno, debemos legalizarlo (no despenalizarlo), y permitir que las mujeres que lo deseen puedan obtener uno, en condiciones de seguridad y dignidad. 

Si el aborto es bueno, debe estar disponible no sólo para las uruguayas, sino para mujeres de otros países, que no puedan acceder a él en forma legal en su propio país. Supongamos que en la Argentina la operación de apendicitis fuera ilegal, ¿no tendríamos los uruguayos la obligación ética de ofrecerla a los argentinos que precisen ser operados?

El Uruguay tiene un gran número de médicos, hospitales y sanatorios que podrían hacer abortos tanto a uruguayas como extranjeras. Legalicemos el aborto y ofrezcamos el servicio al país y a la región. Esto sí que sería una “operación milagro”.  

lunes, 29 de septiembre de 2008

María Julia: no te lleves mi jubilación

Todos los meses me quitan del sueldo para la jubilación. Se supone, que cuando me jubile, tendré ese dinero ahorrado para pasar una vejez tranquila.

Es más, espero que cuando me toque cobrar, haya más dinero que el que me quitaron, porque todos los meses pago el sueldo de unas personas que son muy capaces (creo), y que invierten mi dinero donde voy a tener buenos intereses.


Pero María Julia, la ministro de Salud Pública, quiere agarrar mi dinero y prestarlo a unas empresas fundidas o semihundidas, que precisan el dinero para que no cierren. Si tienen suerte me devolverán el dinero, y si no, yo lo perderé.

Todos tenemos amigos con problemas de dinero, otros tenemos parientes algo tontos, otros sobrinos que sueñan con poner una empresa pero no tienen capital. Si somos generosos, o queremos ayudar a amigos o parientes, y podemos, les prestamos dinero. ¿Pero prestar nuestro dinero, sin buenas garantías a los amigos de María Julia? Eso es un despojo.


Ni más ni menos (no exagero nada) este es el proyecto pergeñado entre las mutualistas, el sindicato médico y el Ministerio de Salud Pública por el que se tomará el dinero de las AFAPS (es decir el dinero de los aportantes, los trabajadores) para financiar las mutualistas fundidas.

Todos nos deberíamos acordar que el sistema de reparto del BPS iba camino al colapso, con lo que las futuras generaciones iban a perder las posibilidades de recibir una jubilación acorde con los aportes realizados en una vida de trabajo. El diagnóstico era claro: el dinero de los aportes jubilatorios se volcaba en una gran cuenta innominada de la que luego los funcionarios y jerarcas retiraban dinero burlando los derechos de los legítimos dueños. Lo más común, era que se permitieran jubilarse a gente que nunca había aportado, pagándoles del dinero de los que sí lo habían hecho; en otros casos, el BPS prestaba a sus propios empleados dinero para comprarse casas (casa principal, casa de veraneo, alhajamiento de la casa, etc) a un interés negativo, es decir, mucho más bajo que la inflación.

Para terminar con ese despojo, se crearon las AFAPS. En las AFAPS cada aportante tiene una cuenta individual, donde las personas pueden ver a lo largo de su historia laboral todo el dinero que ha aportado. Parte del aporte se gasta en pagar el sueldo de administradores profesionales, que atendiendo exclusivamente los intereses de los trabajadores, invierten los aportes donde consideran que se conseguirá seguridad y buenos intereses. La suma de los aportes y los intereses ganados en las cuentas individuales es el dinero que estará disponible para la jubilación,


Ahora el plan de la ministra es ordenarle a los administradores de las AFAPS, que en vez de colocar nuestro dinero en inversiones seguras, se lo prestemos a las mutualistas, a las que ningún inversor en su sano juicio le prestaría dinero, porque muchas están mal administradas, su directorio es corrupto y están irremediablemente fundidas. 


Así mientras trabajemos viviremos con la zozobra de no saber si el dinero que nos quitan para la jubilación irá para una inversión segura, o se tira a al pozo sin fondo de una institución fundida. Cuando nos jubilemos, no sabremos si nos quedará dinero en la cuenta o no.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

El petróleo rosado: ¿bendición o maldición?

A la mayoría de los petroestados no les va muy bien. Si pensamos en Arabia Saudita, Irán, Irak, Nigeria o Venezuela vemos algunos rasgos en común:

• Monoproducción. Todo lo que exportan es petróleo e importan todo lo demás.
• Pobreza cultural. Bajos niveles educativos.
• Apatía social. Falta de impulso por mejorar la propia condición y de la sociedad en su conjunto.
• Ausencia de democracia o democracia limitada

Uruguay parece haber descubierto el petróleo rosado con sus exportaciones de carne y de otros productos agrícolas, que han visto multiplicar su precio, y para mayor honra de nuestros estancieros y agricultores, el volumen producido.

¿Podré el Uruguay encaminarse a un destino similar al de los anteriores petroestados?

Sí, en la medida en que las estructuras económicas resulten similares, pero no si se toman las medidas correctas.

Debemos comenzar por comprender qué sucede cuando las ventajas comparativas de un país cambian rápidamente, y se concentran en unos pocos bienes como el petróleo en los primeros países mencionados, o la carne y otros productos agrícolas en el nuestro:

La producción de los bienes más rentables crece, y concentra mayores recursos económicos. En el caso del petróleo, o de la carne y productos agrícolas, el aumentar la producción no implica un aumento importante de la mano de obra. Las exportaciones crecen, y aumenta la oferta del dólar, por lo que el peso se aprecia. Esto hace que el costo de nuestras importaciones sea menor, y que en muchos casos resulte más rentable importar bienes que producirlos internamente. En un caso extremo, esto es lo que sucedió en Venezuela que llegó en bonanzas anteriores del petróleo a importar el pan.

Al concentrarse el ingreso del país en una producción con una demanda baja de mano de obra, no hay incentivos para mejorar la educación. Por lo menos en el caso del petróleo, el Estado obtiene sus recursos de los impuestos a la exportación petrolera, y concentra una proporción muy grande de los ingresos del país. Esto concentra el poder en el gobierno, lo que no es nunca bueno para la democracia. El estado se ve inclinado a ejecutar políticas asistencialistas, y un porción cada vez mayor de la población vive de las dádivas de gobierno de turno.  

Uno presupone que países como Nueva Zelanda, que debe estar viviendo una bonanza similar a la nuestra, no bajará el nivel educativo de su población ni verá deteriorarse su sistema democrático. 

El Uruguay también podrá, con un manejo responsable, aprovechar el contexto favorable y esquivar las maldiciones del petróleo rasado; presento algunas sugerencias pero precisaremos más ideas:

a) Permitir que las exportaciones de carne y productos agrícolas crezcan acompañando la demanda. Cuanto más dinero ganemos, tendremos más libertad de opciones.
b) Cuidar que las utilidades sean sustentables. No incentivar políticas que por un aumento inmediato de la producción hipotequen la posibilidad de seguir vendiendo en el futuro.
c) Incentivar la investigación en las áreas que producimos mejor. Queremos ser los que más sabemos de producción de carne y productos agrícolas. Si somos los que más sabemos, en un futuro cercano venderemos no sólo nuestros productos, sino también nuestro conocimiento.
d) No queremos que el dólar caiga excesivamente. Para ello debemos aumentar la demanda interna de dólares: para importar más o para invertir afuera. Aprovechemos esto para diversificar el riesgo, hagamos que las AFAPS inviertan los foros de retiro en otros países con una economía complementaria de la nuestra.


Si alguno de mis lectores tienen otras propuestas, los invito a exponerlas.

viernes, 15 de agosto de 2008

¡Uruguayos Fumad!

El superior gobierno decreta la prohibición de revistas extranjeras con publicidad de cigarrillos.

Esto plantea tres cuestiones:

a) La política antitabaco
b) La libertad de prensa
c) La factibilidad de prohibir toda publicidad de cigarrillos, incluyendo medios como Internet


Sobre el primer punto ya escribí en mi artículo anterior: creo que en líneas generales, el gobierno ha tomado (sin incluir la prohibición de toda publicidad), medidas muy positivas para la salud pública.

Esta nueva medida es atentatoria contra la libertad de prensa, y la libertad de información. Tal vez sea posible que revistas argentinas con gran tiraje en Uruguay impriman una edición especial para nosotros sin publicidad de cigarrillos, pero esto será imposible con los cientos de otras revistas, de múltiples orígenes, que llegan al Uruguay para pocos lectores. Lectores que aún siendo pocos, tienen derecho a leerlas.

¿Pero podrán impedir la publicidad en Internet?

Cuando comenzó a crecer Internet, yo creí que la censura de prensa era cosa del pasado. Que cualquiera podría “publicar” su opinión en un servidor extranjero y que el gobierno no podría impedir el acceso de las personas a esas opiniones.

Me equivoqué parcialmente, ya que si un país se propone seriamente impedir el acceso de sus ciudadanos a cierta información, y está dispuesto o bien a destinar a ello importantes recursos humanos o tecnológicos o a frenar el desarrollo del país para establecer una férrea censura, puedo hacerlo.

En el primer caso tenemos a China, que ha instalado potentes computadoras que controlan la transmisión de información por Internet, y cuando detectan el acceso a sitios prohibidos, cortan la comunicación. Además de computadoras superpotentes para analizar toda la información, se requiere un ejército de censores dedicados a estudiar si cada sitio está de acuerdo o no con la línea oficial china, pero permitirlo o prohibirlo. El segundo método es el cubano, que simplemente restringe el acceso a la red de toda la población. Un país hoy no puede desarrollarse sin acceso a Internet, pero prefieren la parálisis a la disidencia ideológica.


El Uruguay tampoco ha sido inmune a estos proyectos de censura. Tal vez pocos recuerden, pero cuando el Cr. Lombardo era el presidente de Antel (gobierno de Sanguinetti), se estudió un plan de crear una Internet interna para el Uruguay (una especie de Intranet) , a un precio reducido, y un acceso más caro a la Internet mundial. El proyecto fue misericordiosamente olvidado, pero puede volver a renacer si la ministra sigue con su radicalismo talibán.


Un aviso como “Fumen uruguayos”, que fue el que llevó al amable lector a leer esta página, puede salir automáticamente en todos los sitios de Internet que admiten publicidad de Google, como las versiones en Internet de El País, El Observador o La República. ¿El gobierno piensa seriamente en censurarlos?

Publicar un aviso así puede tener un costo de un dólar por cada 20.000 impresiones. Es una opción muy atractiva para alguien que desea hacerse oír.

Pronto nos enteraremos si el superior gobierno desea seguir adelante con su ridícula pretensión de decirles a los ciudadanos qué pueden publicar y qué pueden leer.

lunes, 4 de agosto de 2008

Tabaré Vázquez: su legado

Todo lo que quiso y pudo hacer ya lo hizo. Tal vez me equivoque, pero lo que resta será sólo carnaval preelectoral.

Veamos su legado:

Un regalo. Algunos meses más de vida para el uruguayo promedio. La prohibición de fumar en locales públicos cerrados posiblemente baje el consumo de tabaco, esto aumenta la esperanza de vida. Tal vez la medida de salud pública más importante desde la vacunación obligatoria.


Un acto revolucionario. El programa Ceibal de una computadora por niño por primera vez en muchísimos años prioriza la educación sobre los educadores. Rompe el monopolio de los maestros sobre la educación de los niños. Una revolución educativa como para hacer temblar las raíces de los árboles.  


Una esperanza. La ministro de educación intenta crear un organismo que evalúe en forma sistemática la calidad de la educación. Es el primer paso para poder exigirles resultados a los educadores que lucharán contra el proyecto con uñas y dientes. ¿Quién ganará? Posiblemente la corporación de educadores, pero el intento es valiente.


Continuidad. Por último, no cambiar lo que está bien. Tal como Sanguinetti, Lacalle y Batlle, Vázquez ha evitado que los uruguayos nos matemos unos a otros por razones políticas.


Algún lector pensará que todo esto es poco, otros que es mucho, pero tendremos que estar de acuerdo en que es.

viernes, 25 de julio de 2008

¿Debemos exportar profesionales?

Profesionales uruguayos recién recibidos, dejan el Uruguay para trabajar en otro país. Al rector de la Universidad de la República (UDELAR) esto le parece mal, porque nada devuelven a la sociedad por una educación que pagamos todos. Propone una ley que obligue a los recién recibidos a trabajar para el Estado un par de años antes de poder irse.  

Es fácil darse cuenta que una ley de este tipo no solucionaría el problema y tal vez lo agrave. Al aumentar la oferta de profesionales (por los que no dejaría ir) y al contratar a bajos salarios (que son los que paga el Estado), deprimirá el mercado profesional nacional. Si la principal razón de la emigración de los profesionales es la brecha entre lo que ganan acá y lo que ganarían allá, al deprimir el mercado local aumentará esta brecha. No se podrán ir los profesionales recién recibidos, pero aumentará el incentivo para que se vayan todos los otros. El resultado final puede ser peor que la situación actual.

La ley propuesta no sólo no lograría reducir la emigración, sino que parte de un supuesto erróneo, que es que la emigración de profesionales es mala para el país.   ¿Ignora la Universidad que las personas que trabajan con su intelecto viven en un mundo globalizado? El profesional que vive unos años en un país de mayor desarrollo, aprende nuevas cosas de su profesión, conoce mejor el mundo, y establece relaciones personales, profesionales y comerciales que son un capital invalorable para nuestro país. Lo que se debe incentivar es que el profesional que se fue a trabajar a otro país, mantenga vínculos estrechos con el Uruguay, y entonces podrá nuestro país podrá utilizar su capital de relaciones. Esto no es ciencia ficción, fue la base del desarrollo de los últimos años de la India. Profesionales hindúes que vivieron unos años en los Estados Unidos luego volvieron a su país para establecer una gran corriente de exportación de servicios de la India a los Estados Unidos. Hay muchos profesionales uruguayos que ya cumplen una función semejante, sólo debemos incentivar que haya más y la sociedad toda se verá beneficiada.


El problema de fondo es que la Universidad de la República es un Robin Hood al revés: le saca a los pobres (la mayoría de los que pagan impuestos) y le da a los ricos (la amplia mayoría de los que se reciben en la UDELAR).  

Esto es injusto. La manera de solucionarlo es sencilla: cobre la Universidad la matrícula, y beque a los estudiantes que no puedan pagarlo. ¿Por qué la Universidad se opone a esta última solución?

Piense el lector es un estudiante típico de la UDELAR, esto es un joven o una joven de familia de clase media superior, que ha ido toda su vida a un colegio privado. Tiene ahora que optar entre las Universidades privadas, con buena infraestructura, clases que no se interrumpen por huelgas y profesores que no faltan, y la Universidad de la República en las condiciones que todos conocemos. Si todas las Universidades cobrasen la matrícula, ¿a dónde irían los estudiantes? Indudablemente, salvo en las meritorias excepciones de algunas facultades y opciones de la UDELAR que mantienen su prestigio académico, la mayor parte de estos estudiantes se iría a las Universidades privadas.

El lector pensará que esto sería muy bueno. Los estudiantes que pueden pagar en su gran mayoría irían a las Universidades privadas. Los estudiantes que pueden pagar y desean i r a la UDELAR, van y pagan. Y la UDELAR puede dedicar su presupuesto a dar generosas becas a los estudiantes que las precisan y con menos alumnos, mejorar la calidad de la enseñanza


El lector estará en lo cierto, sería muy bueno. Pero no para las autoridades de la UDELAR, que perderían poder político al quedarse con una cantidad de alumnos reducida, y lo que es peor, si la UDELAR cobrara, los estudiantes se sentirían con derecho a exigir mucho más de lo que hoy reciben, desde profesores que no falten, a salones limpios.