viernes, 28 de noviembre de 2008

Por salvar al CASMU usted puede quedarse sin jubilación

Se insiste en prestarle dinero al CASMU con lo que usted tiene ahorrado en las AFAPS. Si el CASMU no paga, usted se quedará con una jubilación paupérrima. Y para peor, cuando se enferme tendrá que ir a atenderse al Maciel.

Las AFAPS tienen como cometido gestionar sus aportes para que usted reciba la mejor jubilación posible. Un administrador responsable de una AFAP, pondrá su dinero (el de usted, que de eso se trata) en una inversión segura y con la mejor rentabilidad que consiga.

Nadie en su sano juicio pondría dinero o le prestaría al CASMU. Ningún banco privado le quiere prestar, el República, que muchas veces no tiene mucho juicio, tampoco. Nadie quiere poner su dinero en una institución mal administrada y fundida. En una institución que si se permitiera que la gente optara, no le quedaría ni un socio (cliente). Entonces la idea es poner el dinero ajeno, o sea el suyo.


¿Qué solución tiene el CASMU? Ninguna, debe ir a la quiebra. ¿Quedarían 240.000 personas sin atención médica? Ni por un minuto, serían absorbidas por las otras instituciones de salud, a las que les interesa mucho tener más clientes. ¿Podrán las otras instituciones atender a tantos clientes nuevos? Sin duda, ocuparían toda su capacidad ociosa, y si precisan más, comprarían las instalaciones del CASMU. ¿Los médicos del CASMU se quedarían sin trabajo? Es poco probable, ya que las otras instituciones precisarían más médicos para atender a sus nuevos socios. ¿Los empleados del CASMU se quedarían sin trabajo? Si quieren trabajar no, por la misma razón por la que los médicos no quedarían desempleados,

¿Los médicos y empleados del CASMU seguirían ganando lo mismo? No, ganarían los salarios del mercado. ¿Y entonces porqué se quieren quedar con su jubilación? Para seguir cobrando salarios mayores de los que cobra el resto de la población con iguales habilidades y dedicación.

¿Le quedó claro?

viernes, 14 de noviembre de 2008

El gobierno contra los estudiantes

El Frente Amplio siempre apoyó el reclamo de los gremios de la enseñanza de destinar un 4,5% del PBI a la educación. Cuando llegó al gobierno, cumplió (aunque los gremios se quejan de la manera en que se contabilizan los recursos).

Los estudiantes se desayunaron, demasiado tarde, que para los gremios “la enseñanza” son los docentes y los funcionarios, no los estudiantes. Es por eso que el aumento del gasto se destina mayoritariamente a los salarios, pero de beneficios tangibles para los estudiantes, como profesores mejores, menos ausentismo docente, más facilidades para estudiar, nada.

Entonces lo lógico es que los estudiantes reclamen que ahora les toca a ellos.

El legislativo les ofrece un presente griego: Obliga a los empresarios a darles a los estudiantes 18 días anuales de vacaciones extras pagas destinada a dar exámenes. ¿Cuál será el resultado de esta medida? El único posible, la caída de la demanda de trabajo de estudiantes, aumentando su desempleo que ya está en niveles superiores al 20%, mientras el desempleo general no supera una cifra de un dígito.

¿Por qué los estudiantes no salen a protestar esta medida que claramente los perjudica? Misterio absoluto. ¿Será porque ignoran los fundamentos de la economía? ¿Es decir por burros también? Dejemos que otros contesten esta pregunta.

¿Cree el ministerio que este aumento de costos del trabajo estudiantil lo pagará el empresario? No si puede evitarlo. ¿Qué hará el empresario? Intentará no contratar estudiantes, ya que le costarán más caros que los no estudiantes.


¿Cómo se pudo beneficiar realmente a los estudiantes? Dándoles un beneficio que mantuviera el costo de emplearlos igual, y repartiendo el costo del beneficio entre la sociedad toda. ¿Sería esto bueno para toda la sociedad? No lo sé, pero claramente no sería perjudicial y discriminatorio contra los estudiantes como lo ha sido la ley recientemente votada.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Aborto: un servicio uruguayo exportable

El aborto es bueno. La anticoncepción es mucho mejor. Sin embargo, cuando ya pasó el tiempo de la anticoncepción, el aborto permite a las mujeres retomar el control de sus vidas y ser responsables de su propio destino.

El Uruguay comprende esto, ya que posee una población relativamente educada, alejada del obscurantismo católico. Los uruguayos no creen que el aborto sea un asesinato, porque no creen que el feto sea una persona. La iglesia católica tampoco lo creyó nunca, ya que siempre bautizó bebes, nunca fetos. Si el feto no es capaz de salvación, se debe a que no es una persona. 

Si el aborto es bueno, debemos legalizarlo (no despenalizarlo), y permitir que las mujeres que lo deseen puedan obtener uno, en condiciones de seguridad y dignidad. 

Si el aborto es bueno, debe estar disponible no sólo para las uruguayas, sino para mujeres de otros países, que no puedan acceder a él en forma legal en su propio país. Supongamos que en la Argentina la operación de apendicitis fuera ilegal, ¿no tendríamos los uruguayos la obligación ética de ofrecerla a los argentinos que precisen ser operados?

El Uruguay tiene un gran número de médicos, hospitales y sanatorios que podrían hacer abortos tanto a uruguayas como extranjeras. Legalicemos el aborto y ofrezcamos el servicio al país y a la región. Esto sí que sería una “operación milagro”.