sábado, 31 de octubre de 2009

El plebiscito del 2020

Me fui de Montevideo luego de los disturbios del 2010 y 2011, y ahora a mi vuelta encuentro una ciudad totalmente diferente. La Rambla está llena de gente, nuevos bares y restoranes, sofisticados, elegantes. La gente bien vestida, podría ser una ciudad europea. Además de español y portugués, se escucha, inglés, italiano, alemán, francés, y otros muchos otros idiomas que muchas veces no son fáciles de identificar. Las plazas bien cuidadas, sin pintadas, con flores, son ocupadas con familias con hijos pequeños que disfrutan de las hamacas y toboganes. De noche, los jóvenes se reúnen para tomar una cerveza, o compartir un mate; vienen en auto, porque con los buenos empleos que consiguen siendo aún estudiantes, y los planes de financiación que les ofrecen los bancos deseosos de prestarle a muchachos con un gran futuro, todos pueden comprarse un autito indio o chino. Pero lo que más me llama la atención es la limpieza inmaculada de la ciudad donde no hay un papel en el suelo, ni un contenedor volcado. Diariamente pasan unos camiones blancos impecables de la intendencia y se llevan la basura. Están prohibidos los caballos en la ciudad, por lo que no se ven carritos, pero tampoco hurgadores a pie.

El Hotel Carrasco está irreconocible desde que lo compró la Universidad Católica, luego de hacer un convenio de doble titularidad con la Universidad de Harvard. La ORT no se quedó atrás, ya que su convenio con el MIT atrae estudiantes de toda América Latina.

La historia es conocida, pero para algún turista joven asiático que no esté muy desinformado conviene repetirla: 

Luego de las elecciones del 2009 los uruguayos nos dimos cuenta que estábamos divididos exactamente al medio, a unos les gustaba la cumbia, a los otros el rock, unos querían tres meses de vacaciones pagas, otros ser dueños de una multinacional, y cada cosa que quería una mitad, la otra quería exactamente lo contrario. Luego de los disturbios, resultó evidente que si estábamos divididos en todo, lo más razonable sería comenzar por dividir Montevideo. 

Los límites fueron fácilmente determinados: Una muralla que sube por Boulevard Artigas y luego toma por Avenida Italia hacia el este. Dos grandes puertas valladas, una en la Rambla y Boulevard, y la otra en Avenida Italia y Propios. Así quedó la ciudad dividida entre “cajetillas” y “compañeros”.

No pasaron más carritos, por lo que la basura se recoge en camiones municipales, que luego de completar su carga se dirigen a la muralla de Avenida Italia. Ahí suben por rampas hasta el tope de la muralla y descargan hacia el otro lado. En el norte, los hurgadores reciben agradecidos una lluvia de basura y desperdicios, e inmediatamente comienzan su meritoria labor de clasificación.

Para atender a los cajetillas, y a la multitud de turistas, son necesarios mozos, mucamas, cocineras, maestros, policías y otras profesiones no muy valoradas pero indudablemente necesarias. Como todos los candidatos a estos puestos viven en la zona norte, si obtienen trabajo en la zona sur se les da un salvoconducto que les permite franquear la muralla, trabajar en el sur y volver a dormir en el norte. En el portón norte de la muralla se instalaron enormes duchas para bañar a los trabajadores antes de pasar al sur. También se les inspecciona el pelo, y si está desprolijo un peluquero lo arregla, sin costo alguno para el trabajador (esta fue una gran victoria del PIT CNT).

La Universidad de la República, por solidaridad con los compañeros, quedó en la zona norte. Sin embargo recibió un serio aviso: como luego de ciento cincuenta años de existencia no había logrado aún educar a los pobres, se les daría un plazo adicional no prorrogable de sólo ciento cincuenta años más. 

El gobierno electo, fiel a su compromiso electoral, creó una segunda universidad estatal. Ofrece nueva licenciaturas que han tenido un gran éxito entre el estudiantado pues con sus títulos pueden acceder fácilmente a empleos en la zona sur. Los licenciados en ingeniería sanitaria se emplean como barrenderos, los licenciados en nutrición venden frankfurters en las plazas y los médicos si alcanzan el éxito profesional atienden a los perros y gatitos de raza de Carrasco. Pero las licenciaturas más exitosas son “Filología Hispánica”, donde aprender a hablar en correcto español (en el doctorado se aprende a escribir) y “Matemáticas Superiores” donde aprende aritmética y a dar el vuelto sin equivocarse.


Vine a Montevideo a votar en el plebiscito. Se decide sobre una interesante propuesta del gobierno del Brasil, que nos ofrece comprarnos los departamentos de Artigas, Rivera, Cerro Largo y Treinta y Tres. Nosotros los tenemos casi despoblados y los brasileños en Río Grande do Sul ya no saben dónde poner las fábricas. A cambio de la venta la oferta brasileña atiende los intereses de toda la población: a los cajetillas les ofrece para su uso exclusivo convertir el departamento de San José en un gran campo de golf, y el de Flores cubrirlo de canchas de Polo, Rugby y Hockey. A los compañeros les ofrece a todos un nombramiento de empleado público, vitalicio e inamovible. Parece que el plebiscito sale por unanimidad. 

lunes, 19 de octubre de 2009

Carta abierta a la Ministro de Educación y Cultura

Estimada señora:

Ha equivocado el rumbo. Va por el mal camino. Va de mal en peor. Recapacite.

Con este gobierno, usted pasó del decanato de la Facultad de Ingeniería a la presidencia de Antel. Me imagino, no se pudo negar a tener el despacho con mejor vista del país y que permite mirar de arriba al resto de los uruguayos (pero esto último no me parece que sea su estilo) . Rápidamente tiene que haberse dado cuenta que Antel es una empresita de tercer orden. Que luchará lo más posible para limitar la competencia de las empresas privadas, tomando de rehén el desarrollo tecnológico del país, para intentar demorar la más posible el fin inevitable. ¿Alguien en Antel puede ignorar que seguirá indefectiblemente el mismo destino del Soyp? ¿Qué con el último guardahilo también morirá Antel, sino antes? ¿Queda algún joven que sepa lo que es un guardahilo?


Usted se dio cuanta a tiempo, y cansada de mirar la vista, aceptó el cargo de Ministra de Educación y Cultura. No hay un tema más importante en el país que el de la educación. Rápidamente se debe haber dado cuenta que el Ministerio de Educación no gobierna la enseñanza primaria que es autónoma, ni la secundaria que también es autónoma, ni la Universidad de la República que es una república independiente; y que las universidades privadas se resisten a ser sojuzgadas. Cuando asumió, nuevita en el cargo, presentó un proyecto de medición de la calidad de la enseñanza. Muy razonable, como usted siempre lo fue. Rápidamente los gremios la hicieron entrar en “razón” corporativa, que es la verdadera y única razón del gobierno de la enseñanza. El proyecto sucumbió. Ahora ha presentado un nuevo proyecto de evaluación de la calidad de las universidades, pero sólo las privadas. Las universidades privadas precisan de un organismo de acreditación y garantía de la calidad de la enseñanza. ¿Pero ponerlo a cargo de la Universidad de la República? El proyecto no es razonable, por lo que le auguro mejor destino que el primero. ¿En qué beneficiará a la educación del país? En nada. 

En resumen, limitado su papel en el área de la educación a legitimar el poder de las corporaciones de los docentes de primaria, secundaria y de la Universidad de la República, debió olvidarse de la Educación y dedicarse a la Cultura. Hubo un “taller” de cumbia, al que me hubiera gustado asistir, pero me enteré tarde, y algunas muestras de artes visuales muy buenas, la felicito.

Ahora bien, dado que el Uruguay la profesión que más se precisa para crecer y desarrollarse es la ingeniería, y conozco sólo dos personas que saben cómo formar buenos ingenieros, uno es el ingeniero Grunberg y la otra es usted, y no creo que haya muchos más, ¿porqué no se dedica a lo que todos (sin diferenciación) precisamos y usted sabe hacer, formar ingenieros?

Vuelva a la Facultad de Ingeniería, dedíquese a formar ingenieros, usted se sentirá más feliz, y el país se lo agradecerá. ¿Le gustan los desafíos? Pues bien, acá tiene uno: La Facultad de Ingeniería hasta ahora ha fracasado en formar ingenieros provenientes de los sectores menos favorecidos de la sociedad. Es decir, se reciben los hijos de los más o menos ricos, pero no de los más o menos pobres. Pelee, luche, persuada, consiga dinero, cree un programa de becas que permita que los muchachos que tengan la capacidad de estudio puedan estudiar independientemente de la riqueza de su familia. ¿No es este un objetivo deseable para la izquierda? Pues hágalo, usted puede y el país lo necesita.

Esperanzadamente,

JJ Galarza

martes, 6 de octubre de 2009

Retomando el rumbo correcto

En el diario de hoy, una foto de la inauguración del nuevo aeropuerto de Carrasco; el Dr. Vázquez y el Dr. Batlle cortando la cinta.

Es de justicia, ya que el lanzamiento del proyecto se hizo durante el gobierno del Presidente Batlle y la inauguración bajo la presidencia del Dr. Vázquez.

Hay en el país pocos proyectos buenos, tal vez porque el talento es escaso. No nos podemos permitir ignorar o dejar de apoyar todo aquello que es en beneficio de la Nación. El país está dividido aproximadamente en dos, entre los partidarios y los opositores del Frente Amplio, pero la mitad del país no puede gobernar contra la otra mitad.

Nadie es tan ingenuo como no darse cuenta del rédito político que obtiene el FA de inaugurar esta obra ahora, ni las “facturas” que ha aprovechado el Dr. Batlle para pasarle al gobierno actual, que cuando era oposición se opuso al proyecto. Pero este es el juego político como debe ser: competencia entre los políticos  sin dejar al país de rehén.

En unos meses en los que padecemos una campaña política pobre y mezquina, es reconfortante ver como a veces los hombres pueden elevarse por encima de sus limitaciones y errores y dar esperanzas a un electorado hasta el momento desencantado, desesperado, harto.