miércoles, 30 de septiembre de 2009

Las encuestas están truchadas. Estoy un 99,9% seguro.

Veamos los resultados de la intención de voto al Frente Amplio, según Equipos, Factum y Cifra en los meses de julio, agosto y septiembre:

                                                     Equipos            Factum          Cifra
                                 Julio               45                     44                 44
                                 Agosto           45                     46                 45
                                 Septiembre   44                     44 
Datos publicados por El Observador, el día 30 de septiembre. (a la fecha Cifra no había brindado los datos de septiembre).

Paciente lector: ¿No le llama la atención que en cada mes, los resultados difieren a lo máximo en un punto?

Si sabemos que las encuestas se hacen en base a una muestra, y tienen un error de +/- 3% con un nivel de confianza del 95%, debemos esperar dispersión en los resultados. Es decir, si la intención de voto por el FA en julio real era del 44% los resultados de 19 encuestas de cada 20 deben dar entre 41 % (cota inferior: 44% - 3%) y 47% (cota superior: 44%+3%). Sin embargo las tres dieron entre el 44% y el 45%.  

Le pedí un amigo, que hizo un cursito elemental de estadística, que me calculara cual sería la probabilidad de tantas coincidencias.


Si a Factum le dio en julio 44%, ¿Cuál es la probabilidad de que a Cifra le de el mismo número? Es decir, que el resultado de la encuesta de Cifra haya estado entre 43,5% y 44,4% para que se redondee a 44%. Mi amigo se fijó en una tabla de distribución normal y halló que la probabilidad es del 13,5 %.

¿Y cual es la probabilidad que a Equipos le haya dado una diferencia de 1% (en más o en menos)? Buscando en la misma tabla de distribución, la probabilidad es del 68%.

Por lo tanto la probabilidad de que se den los dos sucesos, es decir, que a una empresa le dé el mismo número y a otra un punto porcentual de diferencia es el producto de las probabilidades: 13,5% x 68% = 9,2%

Y ahora podemos calcular las probabilidades de que se repita las mismas diferencias en julio y agosto y que en septiembre las dos empresas coincidan. Es nuevamente el producto de las tres probabilidades:

9,2 % x 9,2% x 13,5% = 0,1% es decir, una en mil.

Mi amigo me dice que si le preguntase a su profesor de estadística,  seguramente lo calcularía más exactamente, pero el resultado no sería muy diferente.

¿Qué está pasando?

O las encuestadores tienen mucha suerte y les coinciden los resultados, una probabilidad en mil, o no.  

Si usted no cree en la fabulosa coincidencia, deducirá que las encuestadoras se copian unas a otras los resultados.

¿Habrá algún lector que se anime a preguntarle a las encuestadoras?

lunes, 28 de septiembre de 2009

Negro futuro: el apartheid educativo

A veces es más fácil comprender los problemas de países lejanos que los propios. El distanciamiento nos permite mirar las cosas con menos preconceptos, menos pasiones y una mente más abierta. Si logramos entender lo que pasa en esos países, no pocas veces podemos luego entender mejor lo que pasa en el nuestro.

He leído un artículo sobre educación en Sudáfrica en el New York Times (“Eager Students Fall Prey to Apartheid`s Legacy (Estudiantes motivados son víctimas del legado del apartheid) por Celia W. Dugger). Resumiré el mismo:

Durante el gobierno racista blanco, se impuso la política del “apartheid”. Esta política establecía dos sistemas educativos separados, uno para blancos, otro para negros. El sistema para los blancos, preparaba para la universidad, de donde salía la elite intelectual del país. El sistema para los negros, buscaba formar obreros disciplinados y personal de servicio. El sistema educativo negro estaba rígidamente organizado y supervisado por el gobierno blanco.

Cuando se terminó el régimen racista blanco, se desmanteló el apartheid y el nuevo gobierno negro establece una política educativa con el objetivo de darle mejor educación a la población negra, y específicamente formar profesionales negros. El desempleo entre las personas sin educación (mayoritariamente negros) es muy alto, y existe una gran demanda de ingenieros, médicos y otros profesionales que obtienen altos salarios.

Las medidas que tomó el gobierno negro fueron:

a) integrar racialmente la educación
b) aumentar el presupuesto educativo
c) reducir a un mínimo la estructura disciplinaria del sistema educativo.


Sin embargo, el gobierno no ha logrado reducir la brecha educativa entre los blancos y los negros. El articulista expone los siguientes motivos:

a) Mala formación de los maestros y profesores negros, una herencia del apartheid.
b) Gremios docentes preocupados únicamente por los derechos de los docentes pero no por sus responsabilidades.
c) Alto ausentismo docente con la imposibilidad de los directores de los institutos de sancionar a los docentes ausentes por el desmantelamiento del sistema disciplinario.

Afortunadamente los alumnos están altamente motivados en aprender, y cuando los docentes faltan, protestan y se quejan. No sólo eso, sino que también se organizan para estudiar juntos en la clase, durante la ausencia del docente.


Hasta aquí Sudáfrica. ¿En qué medida en el Uruguay tenemos problemas similares de diagnóstico semejante? ¿Son los pobres uruguayos los negros de Sudáfrica?

En el Uruguay la brecha educativa es muy importante, sólo que no es entre blancos y negros, sino que entre ricos y pobres. Mientras que en Sudáfrica se viene de una situación muy mala, el apartheid, y se busca cómo mejorar, en Uruguay venimos de una situación relativamente buena, y la realidad no para de empeorar. También aumentamos el presupuesto educativo, sin ningún resultado positivo en la extensión y calidad de la educación. Se ha relajado la disciplina. Los gremios docentes establecen sus prioridades igual que los sudafricanos. El ausentismo docente es endémico.

Los liceos públicos se han calificado de depósitos de adolescentes, donde no es posible demostrar que al terminar el liceo, lo hagan con más conocimientos que los que tenían al terminar la escuela. (cito de memoria a Germán Rama, en base a estudios publicados).

En los liceos privados, donde van los hijos de familias con más recursos, la situación es mejor. Por lo menos el ausentismo docente está sanamente limitado, los padres no desean pagar a docentes que no dan clase, de la misma manera que no le pagamos al verdulero si no nos entrega las papas y cebollas que le pedimos.

Lo que llama la atención como diferencia entre lo que nos describen de Sudáfrica y lo que vemos en Uruguay, es el interés de los alumnos por aprender allá, y la desmotivación acá.

En Uruguay, a diferencia de Sudáfrica, la población no ve a la educación como una herramienta para salir de la pobreza. Me gustaría conocer a qué se debe esta percepción, si bien es cierto que un título de abogado o médico ya no garantiza la pertenencia a las clases medias acomodadas, sí permite aspirar a algo mejor que los sueldos miserables que ganan los que no han terminado el liceo. 

Aventuro una hipótesis adicional, y es que los estudiantes liceales, al terminar el ciclo, no tienen cabal idea de la pésima educación que han recibido. En Sudáfrica, el ingreso a las Universidades requiere un examen de ingreso, que pierde la gran mayoría de los estudiantes negros. Tienen un certificado de que han terminado su educación secundaria, pero también la prueba de que no es suficiente para ingresar a la Universidad.  

El sistema uruguayo, les da una falsa sensación de logro, ya que alcanza con haber terminado el ciclo secundario para tener garantizado el acceso al universitario. El estudiante, mal preparado, comienza los primeros años y lentamente se da cuenta que no ha aprendido lo que precisa. Algunos con gran tesón pueden remediar sus falencias formativas, la mayoría no, y abandonan. Al faltar la constatación inmediata de la estafa educativa que han sufrido, el estudiante no protesta exigiendo un cambio del sistema y luego de unos años el fracaso universitario sólo deja paso a la resignación.  

Amables lectores: ¿Podrán con su entusiasmo y valorización de la educación los estudiantes negros sudafricanos presionar al sistema para que mejore su calidad? ¿Tendrán un futuro promisorio? ¿Es la mala calidad de la enseñanza pública uruguaya, junto con la desmotivación del estudiantado, garantía de fracaso? ¿Están los estudiantes pobres uruguayos condenados a un futuro negro? 

domingo, 13 de septiembre de 2009

Cómo ser felices luego de la derrota electoral

En el 2010 casi la mitad de los ciudadanos uruguayos tendrán un presidente que no será el de su elección. Como tendrán que convivir cinco años con él, les sugiero que consideren ver las cosas desde un nuevo punto de vista, así no sólo sobrevivirán cinco años más, sino que hasta podrán ser felices.


para votantes Blancos

Estimado amigo:

Usted confiaba en que tendrían un presidente educado, inteligente, que dejaría bien parado al Uruguay en cualquier circunstancia; capaz de conversar con Obama y mantener a raya a Chávez. Un presidente con ideas claras sobre la conducción del país y experiencia para llevarlas a cabo.

Sin embargo ahora el presidente es un señor que se viste de tal manera que no lo invitaría para una fiesta de cumpleaños en su familia. Utiliza un lenguaje que cuando aparece en televisión prefiere mandar a sus hijos al cuarto de al lado o taparle las oídos. Es difícil saber lo que piensa sobre muchísimos temas, pero le parece que tiene opiniones diametralmente opuestas a las suyas.

Le sugiero las siguientes reflexiones, para no sólo no morirse de angustia y tal vez ser feliz, cinco años más:

Mujica, le guste o no, es ahora su presidente.

Seguramente cuando desee un cambio en el país, mandará un proyecto del ley al parlamento, en vez de poner una bomba. Cuando precise dinero, aumentará los impuestos o pedirá un préstamo, pero no asaltará un banco. Cuando piense que un ciudadano cometió un delito, esperará que la justicia actúe, pero no lo secuestrará y meterá en un agujero.

Es decir, Mujica hoy acepta las reglas de la democracia, lo que es muy bueno. Parece que no es muy adepto a cumplir las reglas de la etiqueta, el buen gusto y la buena educación. Se lo tendrá que bancar, pero no sólo usted, sino muchos frenteamplistas que rechazan su estilo.

Representará a un nuevo gobierno del Frente Amplio, que con Vázquez ha sabido hacer cosas buenas, como mantener la disciplina fiscal, incentivar la inversión extranjera, y el orgullo de todos los uruguayos, el Plan Ceibal. La reforma de la salud y los planes de apoyo a los más pobres, seguramente pueden mejorarse pero han sido una base sobre la cual construir,

Esto no significa que el Frente Amplio pueda gobernar sólo, ya que por si alguien tenía alguna duda, no está formado por santos y tiene unos cuantos pillos, sabandijas y corruptos.

La oposición tendrá la obligación de controlar al Frente Amplio, y podrá apoyar las buenas iniciativas, formular nuevas propuestas y seguramente tendrá el poder de impedir la promulgación de malas leyes.



para votantes Frenteamplistas

Estimado amigo:

Usted está orgulloso de los logros del gobierno de Vázquez: un país en paz, con plena vigencia de las libertades, desempleo bajo, y los salarios mejorando todos los años. Unos cuantos militares golpistas presos y planes generosos para favorecer a los más pobres y débiles.

Esperaba que Mujica fuese el nuevo presidente. Esto le permitiría al Frente Amplio consolidar los avances logrados, y profundizar los cambios para llegar a una sociedad más justa y igualitaria.

Sin embargo el presidente es Lacalle. Usted le teme volver a un país gobernado por los neoliberales, que reprimen a los sindicatos y quieren privatiza todo, mientras se llevan para la casa suculentas coimas.

Le sugiero las siguientes reflexiones, para no sólo no morirse de angustia y tal vez ser feliz, cinco años más:

Lacalle, le guste o no, es ahora su presidente.

Supongo que usted estará tranquilo de tener un presidente que pertenece a un grupo político que se opuso terminantemente al gobierno militar, demostrando sus principios democráticos. Los blancos que tuvieron entendimientos con los militares hoy no están más en el partido.

Lo que no es Lacalle es izquierdista. Se la tendrán que bancar. Espero que se den cuenta, que no ser de izquierda no significa que busquen la desgracia de la gente y odien a los pobres. Simplemente no creen que las soluciones que propone la izquierda sean efectivas.

El gobierno anterior de Lacalle tuvo varios casos de corrupción importantes y que involucraban a las esferas más altas del gobierno. Lacalle fue cuando menos prescindente, y no fue capaz de impedir estos episodios, y de una vez ocurridos, de aclararlos satisfactoriamente. Así que esta vez, estando el Frente Amplio nuevamente en la oposición, tendrá la ocasión de hacer un buen trabajo de fiscalización del ejecutivo.

En gobiernos anteriores al de Vázquez, el Frente ejercía una oposición testimonial, pero que no lograba cambios reales en la cosa pública. Sistemáticamente estaba a favor de todos los pedidos de los gremios, y siempre votaba por dar más dinero a la educación, la salud y otras nobles causas, pero con resultados nulos. Ahora el Frente con experiencia de gobierno, tendrá la oportunidad de hacer una oposición más constructiva e incorporar sus aportes a la realidad uruguaya. También se gobierna desde el parlamento.

Disculpas a mis lectores

Hace dos meses que no escribo en mi blog, ya que me desanimé porque no había comentarios. Si bien por cada 100 lectores puede haber un comentarista, la ausencia total de comentarios la interpreté como ausencia total de interés, a favor o en contra, por mis ideas.

Revisando hoy el seteo del blog descubrí que comentarios había muchos (casi 200) pero no se publicaban ya que precisaban la aprobación de un moderador (yo).

Así que los aprobé y ahora los pueden leer.

Pido disculpas por avivarme tan tarde y agradezco tremendamente las opiniones vertidas. En lo sucesivo, los comentarios aparecerán con una demora no mayor de 24 horas y tendremos un diálogo.

Un agradecimiento particular para todos los que elogiaron mis artículos y a los que opinaron que soy medio nabo les digo que se equivocan: demostré que soy nabo del todo.